La UNAJ se encuentra realizando el diseño de su Planificación Estratégica Institucional (PEI-UNAJ), como continuidad del proceso iniciado con la Evaluación Institucional en 2016, que implicó realizar en primer lugar una Autoevaluación y luego una Evaluación Externa por parte de la CONEAU. Este proceso tuvo como objetivo revisar el cumplimiento de los lineamientos del Proyecto Institucional fundador de la UNAJ, identificar las dificultades y esbozar líneas de mejora.
La planificación estratégica es una herramienta de la gestión universitaria que establece la misión, visión y valores institucionales, fija sus objetivos estratégicos dentro de un horizonte temporal determinado y, después de analizar el entorno externo e interno de la universidad, desarrolla las líneas estratégicas, así como los programas y las acciones de mejora, que conducen al logro de la misión institucional.
A diferencia de la planificación tradicional que concibe a la universidad como una organización cerrada, la planificación estratégica la entiende como una organización orientada hacia su territorio, que permite incorporar y valorar los factores políticos, económicos, sociales y tecnológicos que afectan o puedan afectar a la institución. A su vez, la planificación estratégica fomenta la participación de la comunidad universitaria y la generación de consensos democráticos para la adopción de estrategias a largo plazo. Por ello, implica un proceso participativo, sistemático, crítico e integral, estructurado en varios momentos o fases, que responde a las demandas del territorio y de la propia universidad, y cuyos resultados requieren de seguimiento y evaluación.
Planificar estratégicamente es importante porque promueve la comunicación, el aprendizaje, la colaboración, la creatividad y, al mismo tiempo, reconoce que cada sujeto, constituido por sus deseos y necesidades, se conforma como tal en un proceso de aprendizaje continuo con su territorio y con su situación histórica.
La planificación, además, es la herramienta institucional para pensar y crear el futuro de la UNAJ. Es una herramienta vital que permite escapar de la improvisación, de la resignación y de la pasividad. Es también una herramienta de libertad porque brinda a la UNAJ mayor lucidez para elegir nuevos caminos institucionales, es decir, para gobernar. O, como decía Carlos Matus, “es la mano visible que explora posibilidades donde la mano invisible es incompetente o no existe”.